Importancia De
Enseñar A Ahorrar A Temprana Edad
La mesada, ese dinero que los padres dan a sus
hijos para ir a la escuela o al colegio, se puede convertir en un útil recurso
para enseñar a niños y jóvenes a ahorrar.
La tarea de formación puede empezar a temprana
edad. “Alguien decía que mientras que el niño no se coma el billete ya se le
puede enseñar”
“A Los
Niños Se Les Enseña A Ahorrar Desde El Momento En Que Aprenden A Decir Quiero”
La primera tarea de
los padres es mostrarles billetes y monedas, explicarles para qué se usan,
enseñarles cómo se compra.
Sería útil jugar de “pulpería” o de “restaurante”,
donde el niño paga y recibe un vuelto.
Así, cuando vaya a un centro educativo y se le dé
una mesada, ya va a tener una primera idea de cómo utilizarla.
A los hijos hay que explicarles para qué es la
mesada. Por ejemplo, se les puede decir: “estos ¢300 son para que te compres un
refresco”. Si la mamá (o el encargado) no le da indicaciones claras al niño,
este va a adquirir lo que él considere más atractivo.
Es muy importante preguntarle al niño, cuando
regresa a casa, ¿qué se compró?, ¿cómo usó el dinero?, y aprovechar dicho
momento para educarlo.
Si el niño se compra el refresco y tiene una
tendencia impulsiva a adquirir más cosas hasta gastar todo, “ahí hay trabajo
que hacer”.
No obstante, dice que las primeras veces hay que
dejarlos para ver cómo actúan y luego irlos instruyendo en guardar una parte
para comprar algo que ellos quieran.
Ahorrar con una meta,
para estimular a los hijos, es muy importante ahorrar con un propósito, como
comprar una bicicleta o alguna cosa que ellos quieran.
Los padres también pueden estimularlos, aportando
ellos otra parte por cada monto que los niños ahorren.
Al principio, el
ahorro se puede colocar en un “chancho” o en una cajita. Se recomienda el uso
de 3 cajitas: una para ahorrar, otra para dar y otra gastar.
Conforme los menores crecen, se pueden utilizar las
cuentas de ahorro que ofrecen los bancos y así enseñarles también a utilizar
los servicios financieros y explicarles conceptos como la tasa de interés, que
es el rendimiento que reciben sobre sus ahorros.
Enseñar a los niños a ahorrar, les evitará vivir
como lo hacen la mayoría de hogares “a coyol quebrado, coyol comido”.
La última encuesta
nacional elaborada por Unimer para La Nación, indica que el 64% de los
ciudadanos dijeron que el dinero que reciben les alcanza justo para vivir; sin
embargo, quieren ahorrar.